Libélulas en la piel

Aprendiendo a bailar bajo la lluvia…

Vuelo de despedida y despegue

Nunca llevaste bien que yo brillara con luz propia; supongo que no era más que un efecto secundario de tus complejos, aunque reconozco que  hubo un tiempo en que eso me importó.
Pero no fue siempre así. Creo que al principio te gustaba mi risa, aunque fuera escandalosa y descarada y aflorase en los momentos más inapropiados. Creo te gustaba mi luz, tal vez pensabas que yo brillaba por caminar junto a ti. Cuando fuiste consciente que no te necesitaba para bailar y deslumbrar y que hacerlo a tu lado era una elección no una necesidad, algo cambió.
Entonces quisiste apagarme, nunca entendiste que en nuestra cama había sitio para los dos. La risa se convirtió en una molestia y las miradas se perdieron en un punto muerto entre el cielo y nuestro infierno. Intentabas silenciar mi voz, mis opiniones ya no eran válidas y las únicas conversaciones giraban en torno a tu ombligo. Salias a caminar solo, yo justificaba tu ausencia y te velaba a la vuelta. Casi llegas a convencerme, casi creo que era invisible, casi me olvido de como bailar. Hoy sé que lo que te daba miedo era que te quitara tu sitio en la pole. Que absurdo…
Pero hoy bailo, bailo, bailo. Bailo y río, bailo sola, bailo y vuelo. Y ya no me importan ni tus guerras ni tus cruzadas, y tu ausencia es una bendición. Soy la reina de mi castillo y yo decido a quien invito a jugar. Me he dibujado alas en los tobillos y nadie intenta convencerme de que no puedo volar.
Así que hoy, desde mi rincón más sincero, te digo adiós. Y que te vaya bonito, que a mi, ya me va.

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2 pensamientos en “Vuelo de despedida y despegue

  1. !Enhorabuena!
    No dejes nunca de escribir.

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