Gatet

junio 8, 2014 de sarasanmi 4 comentarios

Dicen que nadie se va hasta que has aprendido todo lo que tenía que enseñarte. Siendo así, me veo en la obligación de decir que ya está, que ya he aprendido tu lección, puedes marchar en paz.
Me has enseñado a no tener miedo, a disfrutar de tu olor, a reír de nuevo y a llorar como nunca. Has gravado a fuego en mi piel tus besos, tus huellas dactilares permanecerán intactas en este cuerpo que has tocado como sí fuera nuevo, también todas las promesas que no has cumplido. Las palabras que escupías en nuestras noches febriles y que yo creí, tan inocente a mi edad, afirmando que nuestro mundo era especial, que nosotros lo éramos, héroes de una guerra en la que era absurdo luchar. Guerrera en una batalla en la que nunca pude ganar. Jugué a perder y perdí. Aposté mi alma por nosotros y perdí. Y ahora sólo quiero dormir sin sueños. Sin ti, sin playa, sin sol ni vacaciones. Vacía sin tu olor, sin poder enredarme entre tus piernas, sin bailes ni canciones ni peleas. Sin reconciliaciones ni gritos, sin jadeos ni risas. Sólo frío. Un frío que todo lo invade, desde la punta de estos pies que alguna vez analizaste hasta el lagrimal, congelando el agua de mis pozos más profundos, abrasando mi rostro, quemando mis labios, destrozando todo lo que encuentra a su paso, vil río de lava que todo consume y destruye.
Adiós. Puedes irte. Debes irte. Asumir tu decisión y dejarme libre. Ya no me queda nada que ofrecerte, nada porque luchar. Ya entendí que fui sólo un juego, una plaza donde tirar balones fuera. Ya me enseñaste todo lo que fui capaz de aprender. No te vayas triste, hemos jugado y yo he perdido; no te será difícil encontrarme sustituta. Has ganado, y yo he aprendido.
Adéu Gatet, el meu gatet verd…